Amanita caesarea
Comestible
Familia: Amanitaceae
Subclase: Agariomycetes
Orden: Agaricales
Clase: Basidiomycetes
Descripción: Su sombrero es grande, carnoso, de 6 a 20 cm de diámetro, al principio semiesférico, convexo, mas tarde aplanado, borde regular, poco incurvado, visiblemente estriado. Su cutícula es lisa, un poco semi-pegajosa, de color rojo anaranjado -amarillento o rojo anaranjado-vivo, a veces con trozos blancos a modo de trapos que son restos del velo general. También se suele recolectar aunque no es aconsejable por confusión con otra especie, en estado de huevo totalmente blanca cubierta por el velo universal.
Láminas: Sus láminas son numerosas, apretadas, libres, de color amarillo oro.
Pie: Cuando está en fase de huevo el pie no se aprecia, por encontrarse la seta prácticamente introducida dentro de la volva, después es robusto, cilíndrico, carnoso, de color amarillo dorado como las láminas y en la base enfundado en una volva en forma de saco, grande, alta, membranosa de color blanco. Anillo amplio, membranoso, frágil, estriado, también de color amarillo como las láminas.
Carne: Muy compacta, de color blanca con olor y sabor muy agradables.
Localización: Es muy frecuente y abundante en primavera y en otoño y si las condiciones son buenas después de las primeras lluvias a finales de verano. Crece bajo los castaños y alcornoques.
Comestibilidad: Se considera una excelente comestible, y debido también a su belleza, muchos micólogos la consideran la reina de las setas. Es sin duda, una seta exquisita, pudiéndose consumir de numerosas y variadas formas. Es una de las pocas setas que se puede consumir cruda, en ensalada o simplemente cortada en finas rodajas con aceite virgen de oliva, sal y algo de pimienta o jugo de limón.
Observaciones: La amanita caesarea es una especie fácil de identificar en el campo por el llamativo sombrero de color rojo-anaranjado, láminas y pie de color amarillo yema de huevo y volva alta de color blanco.
Se puede confundir con ejemplares que por la lluvia o el rocío son lavados y desprovistos de los copos blancos de la cutícula de la Amanita muscaria., pero es suficiente con observar las láminas y el pie que en esta seta son de color blanco.
En temporadas lluviosas es más frecuente encontrar ejemplares parasitados por el hongo conocido con el nombre botánico de Mycogone rosea, (el cual describimos en esta guía) un hongo inferior que provoca una deformación de la seta, le atrofia las láminas y la cubre primero de un color blanquecino como el moho y después toda ella de color rosa debido al micelio rosado de este hongo, que además de deformarla la deja inservible para el consumo, al contrario de lo que sucede con el Hypomyces lateritius, que parásita al Lactarius deliciosus aumentando su calidad gastronómica.
Un poco de historia: los romanos eran muy aficionados a degustarla y de ahí toma el nombre por ser el plato favorito de Cesar Augusto y también de Claudio, emperador de Roma, lo que aprovechó su esposa Agripina para servírsela mezclada con A. phalloides causándole la muerte por envenenamiento, facilitando así la sucesión al trono de su hijo Nerón.
Pedanio Dioscórides, médico griego que sirvió como cirujano en ejercito romano bajo el poder de Nerón, en su obra ?De materia Médica? dice refiriéndose a esta seta: ?Eran antiguamente muy frecuentes en uso y tenidos por viandas muy delicadas unos hongos llamados boletos (los romanos llamaban boletos a todas las setas), que son unos tiestos redondos y pequeños, los cuales a Claudio Emperador, hicieron mal provecho, pues lo mató su mujer Agripina con ellos?.